sábado, 1 de julio de 2017

Terraza + Valparaiso with Phoebe Killdeer

Empieza el mes de julio. Cambio la página del calendario, otra imagen que estará ahí un mes. El tiempo avanza rápido. Se resbala la taza del soporte y se astilla la parte superior. El olor del café recién hecho por toda la casa. Fuera un sol radiante, con temperaturas primaverales. Vilma duerme enroscada en el sofá, en ese hueco que es suyo desde el mismo instante de su llegada a esta casa.

Buscando lecturas diferentes. Un librito de poemas en gallego.

Terraza de Fran Alonso


Un home contempla a vida e o paso do tempo desde a terraza dun bar e escribe poemas mentres toma un café. Pero a vida - e o tempo -, coma un agromo que se renova cada día, nunca se detén, nin nas miradas extraviadas dos perdedores, nin na arrogancia indomable dos adolescentes, nin no narcisismo fetichista das redes sociais, nin na estrañeza das avestruces que se ocultan, nin na aceptada resignación das persoas devoradas pola rutina, nin na ambición insolente e pretensiosa das motos.

Nº de páginas: 80 págs.
Editorial: XERAIS, 2017
Lengua: GALLEGO
ISBN: 9788491211556

En marzo asistía a la presentación, un acto curioso.

De entrada el título es de los que me atrae, y esa maravillosa portada que te atrapa sin apenas mirarla. Soy de terrazas, en cualquier época del año, y sin necesidad de excusas fumatorias.

La poesía es un terreno que pocas veces en los últimos años he pisado. Estos versos escritos a pie de calle, frente a una parada del Vitrasa, con un resquicio de Ría al fondo, sonidos de tráfico y de conversaciones, animales, el pasar de los días, los sorbos de café…. me han transportado a ese lugar, a las sensaciones del mirón creativo. Observa y es observado con el rabillo de ojos extraños. Nos llama la atención el título del libro que lee ese desconocido, o las palabras que garabatea desde esa mesa el hombre que cada día escribe en su cuaderno. Arte a pie de calle.

Recuerdos de textos y cartas escritas desde cafés de Vigo, Salamanca, aeropuertos…. Podría ser una buena idea rescatar ese hábito de mi lejano pasado.

En mi opinión, muy recomendable. Ideal para este verano. Apenas pesa, y puede acompañarnos en terrazas o playas.

O sabor agarimoso do café
inunda a miña boca
dun amable e infinito
outono presentido

O feito de saber que os barcos
aínda navegan
coma gansos – dese moso –
imprímenos a certeza
de que se cadra
podemos conseguir
que os tempos
duren – en aparencia –
o intre inmenso dun desexo.

Trato de ignoralas
pero non podo deiexar
de matinar que, por moi cretinas
que sexan, no fondo
as moscas semellan
inmensamente máis felices
que o cretino que fuma
cun vaso na man.

Sonidos para esta entrada.




2 comentarios:

Fran dijo...

Que tal LU!
Me encanta esa descripción inicial. Yo también soy de terrazas, aunque al no ser fumador cuando tienes alguien cerca que no para molesta un poco, pero bueno...
Últimamente estoy retomando el saludable habito de la lectura, releyendo algunos viejos libros
entre café y café.
Mañana subimos a Soesto, una maravillosa playa en las rías altas donde todavía es posible perderse en la nada.
Feliz domingo, bicos:)

LU dijo...

Fran, pues hoy hace un día estupendo, seguro que as a disfrutar de esa playa. Es increíble que aún queden “recunchos” no invadidos. Yo me quedaré por aquí cerca, rodeada de sombrillas, niños, pelotas, juegos, voces, risas….

Los fumadores compulsivos en las terrazas, o esa direccionalidad infalible que te mete el humo en toda la cara, ese humo que nunca se va hacia la persona que lo produce….

Buen día, y buena semana

Biquiños